martes, 27 de marzo de 2012

CONCURSO DE RELATOS DIA 8 DE MARZO DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER

                                                                 

Daniela era una dama hermosa con un corazón de oro. El color de su cabello reflejaba en el sol y echaba sus raíces de fuego en la tierra congelada. El padre de Daniela se llamaba Pedro, cada día intentaba convencer a su hija para casarse, para que buscara una pareja. Daniela era deseada por todos los hombres del pueblo que admiraban su tez morena, era la mujer más hermosa. Muchas de las mujeres la envidiaban por ser como ella era.
Daniela tenía muchos amigas y amigos, le gustaba ir al cine, de paseo...
Una noche oscura con una gran luna redonda, muy parecida a una medalla de plata, Daniela fue invitada a una fiesta que había en el pueblo. Había música y mucha bebida.
En la fiesta, los hombres habían bebido bastante y empezaron a insultar y a faltar el respeto a algunas de las mujeres que había en la fiesta. Algunos hombres amenazaron a las mujeres con llevarlas a un sitio oscuro, allí pasaron cosas, las mujeres salían llorando y con muy mala cara. Daniela también estuvo en aquel lugar, también salio llorando, su cara reflejaba el sufrimiento que había padecido.
Cuando el padre y la madre de Daniela, llamada Constantina se enteraron de lo que había sucedido en la fiesta y que su hija había sido víctima de una violación se disgustaron muchísimo, era una deshonra para la familia por lo que decidieron convencer a su hija para que se casase con la persona que le había causado ese dolor. Daniela consintió en ese casamiento y se caso con su agresor, Alex, aunque no le amaba.
Poco a poco Daniela se enamoro de Alex y tuvieron un niño llamado Roberto, Daniela era joven y no estaba preparada para ser esposa y madre aunque lo intentaba.
Empezaron a surgir problemas en casa, Alex se enfadaba cada vez más a menudo y gritaba y golpeaba a Daniela cada vez con más frecuencia y sin ningún motivo.
Las noches eran lo peor, Alex volvía del trabajo cansado y enfadado y muchas veces también bebido. Alex obligaba a su mujer a mantener relaciones sin su consentimiento y Daniela sufría mucho. A veces ella se negaba y Alex le gritaba y golpeaba con fuerza.
En el pueblo nadie quería a Alex, se había convertido en un hombre agresivo y violento.
Un día el padre y la madre de Daniela, cansados de esta situación y viendo que sufría no era capaz de denunciar a su marido y siendo conscientes de su responsabilidad en este enlace decidieron denunciarle. A los pocos días de haber denunciado a Alex, ambos fueron asesinados.
Tras el entierro de Constantina y Pedro, Daniela no salía mucho de casa, su marido se lo impedía. Daniela se dedicaba solo a cuidar a su hijo.
En casa, las peleas continuaban, su marido seguía agrediéndola. Su vida era un infierno.
Un día, Daniela se levanto, abrió la ventana de su cuarto y sonrió, habían pasado mucho tiempo desde su última sonrisa. Observo el cielo azulado acompañado de nubes blandas como algodones, parecidas a figuras de nieve. Escucho los cantos de los pájaros. Había tomado una decisión importante.
Daniela hizo las maletas, cogió a su hijo y dio un portazo. Nunca más nadie le pondría la mano encima. Las lagrimas resbalaban por su rostro, parecían gotas de sangre, ...
Se marcho del pueblo y empezó una nueva vida junto a su hijo en otro lugar. Ahora trabaja, su hijo va al colegio, tiene amigos y amigas... es libre y feliz!!!

                                                                                                                       
                                                                                              Cristina M. Chirita

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